jueves, 29 de diciembre de 2011

Apuntar a la tolerancia.

No vengo a dar una clase de música, ni una clase de ética. Tampoco vengo a atacar directamente a nadie, ni a pedir que estén de acuerdo. Solamente vengo a dar una opinión, un punto de vista, se puede compartir, se puede discernir, pero con tal de que presten un poco de atención, sean respetuosos y lo lean, estoy contenta.
Sinceramente la música popular me está preocupando, pero no por lo que signifique escuchar una cumbia en un colectivo o ver la simplicidad rítmica tanto del reggaeton como de la cumbia, sino por la falta de tolerancia colectiva que se escucha constantemente. Nos acostumbramos a cerrarnos en un género, nos sentimos identificados y dejamos que todo lo demás pase a nuestro lado como si fuera sucio, asqueroso. Nos encarcelamos solos, perdemos la noción de las diferencias y el respeto que estas mismas deberían traer.
Además de esto, diferenciamos a las personas por los géneros que escuchan, ¿Qué? Yo también lo hago, no voy a mentir. Ciertamente la música que escuchas dice mucho sobre ti, sobre tu personalidad y tus ideales. Pero no te hace ni mejor ni peor, ni más inteligente ni más compresivo. Sólo es una simple forma de mostrar gustos, de mostrar costumbres y un contexto cultural ineludible. Por dar un ejemplo, los “rockeros” solemos despreciar la cumbia o más bien a aquel que escucha cumbia y consideramos esa música algo inferior a nuestro género ¿De verdad lo es? ¿Desde cuando la complejidad es directamente proporcional a la calidad?  La estructura musical de una canción puede clasificarla en diferentes géneros y hasta si se quiere en diferentes grados de complejidad, pero NUNCA podrá calificarla.
Una expresión muy común es “Eso no es música” hablando de la cumbia y el reggaeton ¿Ah no? Creo que la definición de música es un poco subjetiva y hasta un tanto imposible de conseguir, pero prefiero apelar a la que un día me dijeron y ciertamente me convenció: música es todo sonido que se produce con una intención musical. Entonces, ¿No es música? Si quieren hacer una verdadera crítica, critiquen las letras, las intenciones de los músicos al hacerlos. La verdadera crítica constructiva está en encontrarle lo real al objeto a criticar, encontrar una forma de clasificarlo y luego tomar los puntos que se pueden mejorar sin cambiar la esencia del objeto.
Pero bueno, tampoco vengo a dar una clase sobre de que forma criticar los diferentes géneros, sino más bien, es un llamado a la tolerancia. Pasan los años y me voy dando cuenta que cada género, cuando está bien hecho, tiene algo hermoso y único.  Por eso me parece importante integrarlos a todos en cada oído, conocer cosas nuevas, no andar en la búsqueda del error, sino de lo grandioso de cada compositor.
Tampoco vengo a atacar al “rockero”, ya que esta crítica viene del mismo lugar para aquel “cumbiero” o “reggeatonero”. Pongo estas palabras entre comillas por intentar referirme a los estereotipos y no a las personas, no creo que exista una persona que escuche únicamente un género, o al menos eso espero. Además trato de “rockero” a la gran mayoría de los géneros que se diferencian de los anteriores. No hablo del Metal, ya que es mucho más compleja la crítica que escucho desde los metaleros hacia esos géneros o por lo menos más fuerte. Además siento que su género también es muy atacado y simplemente por una cuestión de incomprensión.
Creo que estamos en un mundo cada día más diverso y a la vez más igual. Todos los días surgen nuevas formas de hacer, escuchar, tocar, crear, interpretar, jugar y entender la música. Acompañemos este crecimiento musical abriendo las puertas a todos los géneros, a todas las canciones a todas las formas y todas las letras, a todos los músicos y las músicas. No dejemos que la globalización nos cierre, ni que las modas impongan discriminación. Demos un lugar a todo aquel quiere hacer, escuchar o simplemente conocer música.

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