domingo, 4 de marzo de 2012

Dar vuelta a la vida sin preguntarte en que sentido gira.

¿Alguna vez creíste que la voluntad era la mayor virtud del alma? ¿Te creíste nuevo y reluciente y capaz se hace un mundo diferente? ¿Sentiste tu destino en tus manos y el futuro preparado? ¿Creíste poder dar la vuelta a la vida sin siquiera preguntarte en que sentido gira? Y después, te encontraste al mundo, girando y girando sin dirección y sin rumbo. Te preguntaste a dónde irías a parar y te encontraste gritando que no dabas para más. Te escondiste entre penurias en las tardes de lluvia. Te ocultaste verdades, entre miserias y falsedades. Te creíste el ingenuo y sólo eras un pobre indefenso. Te creíste capaz y te encontraste en tu mente sin poder concebir la paz. Creíste en la alegría que emanaba la sonrisa. Creíste en la igualdad, que proclamaba su deidad. Creíste en el dolor, moviendo vidas, pero impulsando luchas. Creíste en la dureza y la tibieza que tiene la verdadera belleza. Creíste sonreírle al mundo y te encontrabas llorando en un rincón oscuro. Sonreíste con pesar, que por más que fuera difícil… lo ibas a intentar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario